Ser bilingüe se define como la capacidad de hablar dos idiomas, incluyendo tu lengua materna, con fluidez. Aprender un segundo lenguaje es un proceso largo y arduo, pero no es imposible.
Cualquier puede llegar a ser bilingüe con suficiente práctica. Un problema común cuando aprendemos un nuevo lenguaje es el de traducir el significado en nuestra cabeza, en lugar de pensar directamente en el segundo idioma.
Este error debe corregirse desde el inicio, de lo contrario podría ser complicado de mejorar más adelante y puede afectar nuestras capacidades lingüísticas además de que a la larga este proceso resulta poco efectivo y agotador. El traducir una palabra nos impide poder usarla correctamente en su totalidad.
Al aprender nuevo vocabulario debemos entender no solo su significado literal sino también dentro de la cultura; cabe recalcar que no todas las palabras pueden ser literalmente traducidas a nuestra lengua materna, por esto es más importante entender el significado profundo de la palabra.
Hay muchas cosas que puedes hacer para dejar de traducir y empezar a pensar en otro idioma, como la asociación. Al aprender un nuevo idioma es común asociar las palabras extranjeras con imágenes equivalentes en tu lengua materna. En lugar de simples traducciones mentales es mejor y más efectivo aprender a asociar nuevas palabras con una imagen o un sentimiento.
La narración interna es otra cosa que puedes aplicar para mejorar el aprendizaje de idiomas, especialmente para aquellos que se les dificulta el hablar en una segunda lengua. Para superar este obstáculo puedes narrar en voz alta tus acciones, describir lo que haces, lo que ves y lo que sientes, así cuando llegue la hora de hablar podrás hacerlo con fluidez y sin necesidad de traducirlo todo previamente en tu cabeza.
Si no conoces todas las palabras para hacerlo siempre puedes tener a la mano un diccionario para apoyarte.
Aprender un nuevo idioma no es tarea fácil, pero el hacerlo ayuda nuestro desarrollo como personas y mejora nuestras capacidades neurológicas. Nunca es tarde para aprender un nuevo idioma y si sientes que te atascas, no te desanimes. La clave para lograrlo es ser paciente y siempre seguir practicando.