“La rivalidad entre hermanos surge de la necesidad percibida por competir por el amor de mamá y papá”, así lo define la autora y psicóloga Karen Doherty en su libro Sibling Rivalry. La rivalidad, visto como competitividad sana entre hermanos, puede ser buena si se mantiene en un entorno saludable, si se animan entre ellos a seguir mejorando y ayuda a reforzar su relación. Sin embargo, hay que prevenir peleas y tener cuidado de que no se vuelva un espacio tóxico que llegue a dañar su relación.
A continuación te dejamos unos tips para combatir la rivalidad negativa y prevenir peleas entre hermanos:
- No los compares
Evita comparar las habilidades entre tus pequeños, ya que esto puede crear o fomentar inseguridades y rencores entre ellos. Cuando uno de tus pequeños no pueda hacer algo que su hermano sí, recuérdale que cada uno tiene sus habilidades y evita marcar esa diferencia en particular.
- Respeta las necesidades específicas de tus pequeños
Aunque sean hermanos, cada niño es diferente y a veces tratarlos de la misma manera no funciona. Trata de cubrir las necesidades particulares que cada uno tenga sin favorecer a ninguno. Por ejemplo, en lugar de regalarles la misma cosa, busca regalos que reflejen sus intereses particulares.
- Dejalos resolver sus problemas
Cuando haya peleas enséñales a conversar y resolver sus problemas amigablemente, también puedes actuar como moderador de manera neutral. Evita disciplinar a tus hijos o hijas frente a otras personas ya que eso puede incomodarlos y dañar su autoestima, en su lugar, cuando estén en privado habla con ellos sobre su comportamiento y porque estuvo mal lo que hicieron.
- Demuestrales el mismo amor
Pasa tiempo a solas con cada uno de tus hijos o hijas, demuestrales que ambos cuentan con tu apoyo y tu cariño, de lo contrario podrían comenzar a tener rencores entre ellos lo cual los puede llevar a comportarse mal para obtener la atención de los padres.
Para mantener una relación sana entre familiares es necesario fomentar el diálogo y la comunicación. Las decisiones y peleas entre hermanos son completamente normales, pero es necesario estar atentos para que no se vuelvan algo regular y a la larga llegue a dañar la relación entre hermanos a largo plazo.