Vivimos en mundo globalizado y aprender un segundo idioma se ha convertido en una herramienta invaluable en el panorama laboral. No solo esto, sino que aprender un idioma adicional otorga muchos beneficios, como la mejora de la memoria, la concentración y los procesos cognitivos.
No hay mala edad para empezar a aprender un idioma, sin embargo, estudios demuestran que la infancia es la etapa ideal para hacerlo ya que asimilan mejor los conocimientos e incrementa sus capacidades en la lengua materna.
No hay mala manera de aprender un idioma pero si hay cosas que se pueden hacer para acelerar la comprensión y mejorar el entendimiento:
- Interactuar con hablantes nativos es una gran manera de mejorar el aprendizaje de un idioma extranjero. En los estudiantes esto puede hacerse por medio de intercambios virtuales o presenciales. Al hablar con nativos el oído se acostumbra a los sonidos del idioma, se expande el vocabulario y se practica el habla.
- Utiliza recursos como videos, música y libros en el idioma extranjero para practicar. No solamente nos referimos a libros de actividades y pistas de audio para practicar sino a canciones y libros que a tu hijo le gusten y que le pueden ayudar a potenciar su aprendizaje.
- Practicar es la clave. Por más que aprendas un nuevo idioma, tus hijos terminaran olvidándolo si no lo practican constantemente. Motivalos a que utilicen el idioma a que están aprendiendo en cualquier momento posible, incluso en situaciones cotidianas. Esto les ayudará a familiarizarse con el idioma, mantendrá su mente activa y reforzará los conocimientos aprendidos.
- Ve por partes, no trates de aprender todo de una sentada. Inicia por las palabras básicas que utiliza un nativo diariamente. A partir de ahí avanza gradualmente y recuerda ser constante y paciente.