En la vida de todo padre y madre llega el punto en que debemos aprender a fomentar la independencia de nuestros hijos e hijas. ¿Cómo podemos motivar a nuestros chicos a ser autogestivos, autónomos, y a saber valerse por sí mismos en las distintas etapas de su desarrollo educativo? ¡Sigue leyendo!
Dejar que nuestros hijos e hijas aprendan a ser sus propias personas puede ser una idea atemorizante, como si fueran a dejar de necesitarnos o fueran a revelarse en nuestra contra. Sin embargo, la realidad es muy distinta; cuando sabemos estimular estos rasgos de autonomía e independencia desde una edad temprana, tenemos hijos que saben pedir ayuda, que se responsabilizan por sus acciones, y que saben asumir sus errores de una manera sana. Estamos cultivando estudiantes que se hacen cargo de su aprendizaje, y que se comprometen en su búsqueda de valores y éxito.
¿Cómo conseguir el delicado balance entre ayudarlos y no obstaculizar su desarrollo? A continuación te damos algunos tips y puntos a considerar.
Aspectos clave para ayudar a tu hijo a ser independiente
Creemos que estos son los ejes más importantes para ayudar a tu hijo a ser autogestivo y autónomo en todas las áreas de su vida, sobre todo la educativa:
No hagas sus tareas por ellos.
Uno de los errores más frecuentes y perjudiciales entre padres y madres es querer ayudar a nuestros hijos al punto de eclipsar su desarrollo. Es necesario que aprendan que hay tareas que les corresponden sólo a ellos, que son capaces de afrontar y llevarlas a cabo, y que además les dará mucha satisfacción completar.
Enséñales a no temer los errores.
Si nuestros niños y niñas viven en un entorno de castigo y juicio, tendrán miedo de actuar sin ayuda o dependencia de alguien más. El primer paso para ayudarles a autogestionar sus acciones es mostrarles que los errores no son nuestros enemigos, causa de vergüenza y regaño; sino que son nuestros aliados de aprendizaje.
Dales responsabilidades de acuerdo a su edad.
Esto les dará a tus hijos la seguridad de que confías en ellos y su capacidad, otro punto destacable de los niños autónomos e independientes.
Motívalos a explorar.
Dentro de los límites razonables, permitir que los niños exploren, reflexionen y descubran cosas por sí mismos no sólo desarrolla sus capacidades cognitivas, físicas y emocionales de manera evidente, sino que también les hace sentir responsabilidad por sus decisiones y acciones. De esta manera se involucran con sus tareas y su entorno, buscando formar parte de sus planteamientos, en lugar de simplemente seguir indicaciones en el aula y en casa.
¿Qué otras acciones puedo llevar a cabo para fomentar la autonomía en mis hijos?
Considera estas acciones en tu día a día, te aseguramos que darán resultado tanto en la escuela como en casa:
Permite que tomen decisiones.
Una excelente manera de hacerlo es ofrecerles alternativas, de esta manera tú puedes guiarlos, al mismo tiempo que los dejas participar. Si hay inconvenientes con alguna alternativa, haz preguntas como “¿Qué pasaría si…?””¿No te parece que podría ocurrir…?” Un ejemplo es dejar que elijan sus prendas para vestir, o con qué actividades pasar su tiempo libre, o que participe en la elección de sus actividades extracurriculares.
Fomenta su autoestima valorando sus logros.
Enfatiza a cada oportunidad que tienen la capacidad de tomar buenas decisiones y que con esfuerzo pueden desarrollar sus talentos. Cada vez que tengan éxito en una tarea, un examen o un proyecto refuerza la idea de la satisfacción de un trabajo bien hecho.
Dale responsabilidades en casa.
Dependiendo de su edad, deja que se hagan cargo de una actividad designada inserta en una rutina. Desde actividades como recoger los platos, apagar las luces o sacar las mascotas a pasear hasta otras como decidir por turnos qué película verán en el cine. A su vez, es importante que se hagan responsables del orden de sus propios espacios y posesiones.
Permite que sigan sus intereses y descubran cosas por sí mismos.
Mientras no se trate de algo dañino o peligroso, mantén tus juicios u opiniones personales al margen mientras exploran. Después podrás ofrecer ayuda o guía.
Respeta su espacio.
Ya sea que necesiten tiempo para completar sus deberes, procesar un problema o tomar una decisión, o simplemente estén en su tiempo para ellos mismos.
Guiar, no sólo regañar.
Es importante, para que los hijos se responsabilicen de sus acciones y aprendizajes, que sepan cuál es la equivocación y cómo corregirla, no sólo sentir culpa por haber hecho enojar a su padre o madre.
Crea un ambiente propicio para su independencia.
No tengas miedo de que ellos lleven a cabo acciones independientes de tu control. por ej, coloca elementos de la casa, como sillas o interruptores de luz, a su alcance. Para los más grandes, proporciona un ambiente tranquilo y bien equipado en donde puedan investigar, hacer sus tareas y contribuir a las tareas de la casa.
Establece una rutina.
La afamada psicóloga Melanie Klein creía que “a los niños pequeños les gusta saber cómo sucederán las cosas porque les ayuda a sentir que tienen control”. La sensación de control hace que una pequeño aprenda a ser independiente desde una edad temprana.
Deja que te ayude en ciertas tareas, incluso aunque se equivoque. Si esto sucede, no te desesperes, deja que vaya aprendiendo y tomando confianza en sí mismo.
No fuerces su aprendizaje.
El proceso de independencia y autonomía es distinto en cada niño o niña. Sobre todo, hazle saber que cuenta siempre con tu apoyo; así desarrollará su autonomía con apego seguro, para que sepa que pueden cumplir con su trabajo, pero que no esta solo si necesita ayuda.
Nuestro trabajo como padres y madres es preparar a nuestros niños para los problemas de la vida cotidiana, personal y profesional. Al desarrollar su capacidad de autogestión tanto como cualquier otra habilidad cognitiva física o emocional, les ayudamos a ser responsables de sus estudios, de sus aprendizajes, de sus logros, sus errores, sus intereses, e incluso las actividades tediosas que requieren disciplina.
La independencia permite que nuestros hijos e hijas logren crear cosas por sí mismos y, más que nada, aprendan a hacer las cosas por cuenta propia, a saber fracasar y a superarlo. Es una habilidad determinante para su presente, pero sobre todo ¡para su futuro!