Hacer deporte durante la infancia y la adolescencia aporta múltiples beneficios y ayudan al desarrollo físico y mental. La Organización Mundial de la Salud (OMS) comenta que en el mundo el 80% de los niños y adolescentes no hacen suficiente ejercicio, lo cual pone en riesgo su salud física.
A veces es difícil hacer que los niños entiendan la importancia de hacer ejercicio, por lo cual es fundamental que los padres lo inciten y motiven a realizar una actividad física que se adapte a sus gustos.
Los expertos recomiendan que las actividades más apropiadas para los más pequeños son aquellas que mezclan la diversión con el desarrollo de su psicomotricidad, equilibrio y coordinación.
Una vez en la adolescencia desarrollarán habilidades físicas más específicas y podrán comenzar con entrenamientos especializados. Para esto es importante encontrar una actividad con la cual los niños se encuentren a gusto, por lo cual es fundamental el diálogo entre padres e hijos.
Cómo iniciar en un deporte
Iniciar con una nueva actividad no siempre es fácil, especialmente en estos tiempos de sedentarismo donde es más fácil tomar un control remoto para encender la televisión que levantarnos a salir a correr, sin embargo, hay cosas que puedes hacer para motivar a tu hijo a tener una vida más activa.
- Haz que participe toda la familia. Encuentre una actividad apta y divertida para todos, de esta manera podrán pasar más tiempo juntos y el hijo se sentirá más seguro.
- Sea un modelo a seguir. Es más probable que el niño decida hacer deporte por su propia voluntad si ve a sus padres hacer y disfrutar actividades físicas habitualmente.
- Proporciona un entorno seguro. Es importante que el equipo y el lugar donde su hijo vaya a realizar la actividad sean seguros y él pueda sentirse cómodo haciéndola.
- No exageres la actividad. Todos los cuerpos tienen sus límites y es importante escucharlos. El ejercicio y la actividad física no deberían causar dolor, si es así, es importante que el niño se lo tome con calma y pruebe con una actividad que se adapte a sus capacidades físicas.
El deporte no solamente ayuda a mejorar la salud sino que también desarrolla actividades sociales y propicia hábitos más saludables que permanecen con el niño por el resto de su vida.