Itzel Díaz Martínez
Psicóloga de Instituto Las Torres – Bienestar Escolar
El estrés es causado por tu cuerpo cuando se prepara para enfrentar una amenaza; es parte del legado biológico que nos permite sobrevivir. Durante los momentos de estrés el cuerpo descarga adrenalina al torrente sanguíneo, el sistema digestivo se detiene y la sangre se concentra en los músculos mayores porque el sistema nervioso no distingue entre una amenaza psicológica o social y una amenaza a tu cuerpo; así que deja a tu cuerpo listo para defenderte.
En las siguientes líneas voy a comentarte algunas técnicas de control del estrés que tienen como finalidad ayudarte en el afrontamiento del estrés. Recuerda que el control de estrés es eficaz cuando una persona utiliza estrategias de afrontamiento o cambio de situaciones estresantes; y para ello se requiere practicar dichas estrategias de forma regular y en momentos libres de estrés.
Técnica 1. Respira profundamente vaciando tus pulmones.
La respiración corta y rápida se asocia con el estado de estrés, mientras que la respiración larga o profunda es aquella que tenemos cuando estamos en un estado de calma; por ello una forma de volver a la calma es aprender a respirar profundamente.
Cuando sientas que te estás estresando, exhala todo el aire hasta que tus pulmones se queden vacíos, luego aspira aire nuevamente de manera lenta. Respirar de esta forma cambia tu movimiento respiratorio; pasando de respirar sólo hasta la parte alta de tus pulmones, hacia una respiración larga y profunda que llena los pulmones. Realiza el ejercicio completo al menos tres veces en cada sesión.
Técnica 2. Sé amable, contigo misma y con los demás.
Diversas investigaciones de psicología positiva han mostrado que la gente que se expresa de forma amable mejora su ambiente y logra tener períodos de relajación más prolongados. Así que, cada día haz algo para volver tu ambiente más agradable, puedes comenzar con acciones pequeñas como decorar con flores frescas tu espacio, realizar la limpieza y colocar un aromatizante que te agrade o acciones de bondad dirigidas a otras personas como mandar una tarjeta a alguien. Aquí de lo que se trata es que cada día hagas algo por mejorar tu ambiente, de manera que te sea más agradable para tí y para la gente que te rodea.
Técnica 3. Muévete y descansa.
El estrés tiene un componente físico muy importante, y una de las mejores formas de evitar que se acumule es realizar actividades física.Una caminata de 15 minutos o una rutina de 20 de ejercicio aeróbico regular bastan que tu cuerpo se relaje.
Por otra parte, nuestro cuerpo requiere descansar cada cierto tiempo. Tu podrás identificar esos momentos cuando sientas una suave sensación en los músculos se tensan, tus ojos se quieran cerrar y te es difícil concentrarte. Procura conectarte a esos estados y atenderlos, no es necesario que vayas a dormir en cuanto los sientes; pero puedes parar un momento de la actividad que realizas y pasar a otra. También es eficaz tomar unos minutos para hidratarte, estirar tu cuerpo y respirar profundamente.
La práctica de estas técnicas permitirá que te sientas cada día mejor; si aún con la práctica cotidiana de ellas notas que tu estado de ánimo no mejora, considera pedir apoyo a un profesional de la salud mental.