Un niño con inteligencia emocional es un niño feliz. Niños y niñas necesitan hablar de emociones para aprender a reconocerlas, gestionarlas, poder expresarlas y tener un mejor control de sí mism@s. Además, saber identificar sus emociones les permitirá tener un buen desarrollo anímico, equilibrio mental, y empatía hacia las personas que les rodean.
Cuando nuestros hijos saben identificar las emociones que experimentan, tienen acceso a un conocimiento más preciso de sí mismos. Así desarrollan confianza, buena autoestima, resiliencia, la capacidad de tomar buenas decisiones y muchas otras habilidades.
¿Cómo puedo ayudar hablar de emociones con mis hij@s y ayudarles a desarrollarse emocionalmente?
Aquí tienes 5 actividades que pueden fomentar la salud emocional de tus hij@s:
· Creen un diccionario de emociones propio, y llénenlo con todas las emociones que sientan: emociones recurrentes, emociones nuevas… Tus hij@s pueden usar este diccionario para revisarlo cada que intenten expresar una emoción. Esta actividad incluso les dará la posibilidad de aprender a reconocer patrones o cambios en su pasaje emocional.
· Lean cuentos de todo tipo. Como actividad rutinaria, pueden analizar las situaciones y los personajes; y para ayudar a tus hij@s a expresarse cuando estén atravesando una situación difícil, puedes hacerles preguntas sobre el cuento y sobre lo que están sintiendo los personajes.
· Dibujen emociones. Recuerda: no es una clase de arte. Además, si en una clase de arte es importante dejar fluir, pues aquí aún más. Se trata de que tu hij@ encuentre la manera de visualizar, identificar, reconocer y expresar sus emociones. No le limites.
· Crea tu propio juego de Memoria con emociones; pueden usar diversas imágenes que muestran una emoción y emparejarlas con el nombre de la emoción. Lo importante es trazar una relación.
· Escuchen música. Ponles diferentes tipos y géneros, y deja que pinten o dibujen la emoción que les provoque, e intercambien impresiones.
Las emociones son entes, procesos y acontecimientos. A pesar de que todos las tenemos y forman la base de nuestra vida misma, son conceptos bastante abstractos y complejos, a veces difíciles de asir por l@s niñ@s. Podemos darles un empujón y proporcionarles distintos espacios dedicados a familiarizarlos con las cosas que sienten y experimentan, de manera que puedan empezar a nombrarlas, y luego, manejarlas. Así tendremos niñ@s más san@s, independientes y felices, los cuales se sienten cómodos al hablar de emociones.